miércoles, 8 de octubre de 2014

Aquiles: el héroe épico

Aquiles, hijo de un mortal, Peleo, y de la diosa Tetis, es ejemplo de un código de valores muy especial: el de la valentía que lo sitúa sobre los demás hombres, la destreza en el combate, y que le dan fama inmortal.
Un concepto básico en la Grecia clásica era el de areté ("excelencia").

Una exposición de los valores de Grecia la podemos encontrar en la Odisea. En su historia, aparecen los siguientes valores:

Espacio ético.

La obra homérica contiene muchos de los valores de la sociedad griega de entonces y dan evidencia de una profunda comprensión de las dimensiones cósmica y trágica del dilema humano. Los héroes homéricos se rigieron por el concepto de areté, ideal de excelencia que comprenden las excelencias físicas, espirituales e intelectuales, a las que debían apegarse si querían conservar su honor, la nobleza y la gloria. Debían cultivar y desplegar fuerza, valor, destreza guerrera, capacidad, elocuencia y cierta sabiduría. Odiseo demuestra estas cualidades y, como la obra se desarrolla en tiempos de paz, la inteligencia, la paciencia, la prudencia, sagacidad e ingenio son las que le permiten el éxito de su empresa.
El deber obliga al héroe a cumplir con su estado de líder. Ellos tenían la obligación ante el pueblo; se debían más al pueblo que a sí mismos. El que faltaba a su deber pierde el honor. Por eso, la nobleza o el aristos exigía probar sus méritos personales para permanecer en la nobleza.
Dentro de la ética homérica, la venganza es la búsqueda del equilibrio perdido por la cólera o el deshonor. Es justa y correcta para recuperar el honor. Por eso se da la venganza en contra de los usurpadores pretendientes.
Los valores éticos cubren siete aspectos:
a. Areté. Es el más alto valor humano; ideal de perfección constante buscado por los héroes.
b. Agatós. Poseer la bondad, la verdad y la belleza interiores.
c. Sofrosine. Es la moderación. Todo con medida. Odiseo es fiel exponente de este valor ético.
d. Deber. Obligar al héroe a cumplir con su estado de líder.
e. Cólera. Es un derecho del líder, del héroe.
f. Venganza. Es la búsqueda del equilibrio perdido. Es obligatoria dentro de ética homérica.
g. Magnanimidad. Es el perdón en la victoria; cuando se debe ser capaz de perdonar.

Espacio religioso. 

La vida de la Grecia antigua, así como la cultura, no puede entenderse si conocer su religión. En la época cretense era de signo naturalista, pero pronto se convirtió, gracias al flujo egipcio, en religión antropomórfica. Los dioses, que por su origen eran locales, acabaron por hacerse nacionales, dando lugar a una religión panhelénica y politeísta, apoyada en un intrincado mundo de mitos y leyendas que nos han sido transmitidos en parte por Hesíodo en su Teogonía (obra que trata del origen de los dioses).
Los dioses griegos eran muy semejantes a los hombres, con sus mismos defectos y pasiones, pero inmortales. Vivían en el monte Olimpo, la más alta montaña de Grecia, y se alimentaban con néctar y ambrosía. Invisibles a los mortales, intervienen constantemente en sus vidas, transformados en humanos, animales, ideas o fantasías, sueños o elementos naturales. No son dos mundos superpuestos: es un mundo mucho más amplio y vivo que el nuestro, que gravitaba en torno de los relatos escuchados a los mayores, en la noche, junto al fuego protector. En estas sesiones los individuos indagaban el sentido de la vida y la muerte. El arte del aedo o rapsoda encuentra en su raíz más profunda en el oficio del sacerdote, brujo o chamán.
Sería interminable dar una relación de todos los dioses de la mitología griega. Son fundamentalmente cuatro los que intervienen activamente en la acción de la Odisea: Zeus, el padre de los dioses, encarnación del poder y la fuerza, amo del rayo, cuya suprema majestad era simbolizada por el águila; Atenea, la diosa de la inteligencia, patrona de Atenas, simbolizada por la lechuza y el olivo, portadora de la égida; Poseidón, dios del mar, armado de tridente, y Hermes, dios del comercio y los ladrones, de la elocuencia y los viajes, mensajero del Olimpo, cuyos atributos eran las alas y el caduceo.

Espacio jurídico.

Conservan el estado jurídico originario de Jonia que conlleva a la cultura noble y la vida en comunidad, donde las decisiones se toman en el ágora. La comunidad de Ítaca se rige, en ausencia del rey, por medio de una asamblea del pueblo, dirigida por los nobles; y la ciudad de los feacios es la fiel pintura de una ciudad jónica bajo el dominio de un rey apoyado por otros 12 reyes.  

(Información extraída de este blog). 
Puedes encontrar un estudio comparativo sobre Aquiles y Edipo aquí.